El estiramiento cutáneo por radiofrecuencia es una técnica estética que utiliza energía de radiofrecuencia (RF) para calentar la piel con el propósito de estimular la producción cutánea de colágeno, elastina y ácido hialurónico para reducir la apariencia de líneas finas y piel flácida. La técnica induce la remodelación del tejido y la producción de nuevo colágeno y elastina.El proceso ofrece una alternativa al lifting facial[6] y otras cirugías estéticas.

Al manipular el enfriamiento de la piel durante el tratamiento, la RF también se puede utilizar para calentar y reducir la grasa. Actualmente, los usos más comunes de los dispositivos basados en RF son para controlar y tratar de forma no invasiva el estiramiento de la piel laxa (incluida la flacidez de la papada, el abdomen, los muslos y los brazos), así como la reducción de arrugas, la mejora de la celulitis y el contorno corporal.

Se demostró que la temperatura objetivo ideal en la dermis para inducir la remodelación dérmica y la reducción de arrugas y laxitud es de 67 °C. Al administrar energía de radiofrecuencia hasta que se alcanza esta temperatura objetivo, se optimizan los resultados clínicos.

La radiofrecuencia con microagujas también ha sido aprobada por la FDA para la reducción de la celulitis utilizando agujas de penetración vertical que apuntan al plano subnormal.